“Mujeres en una misión”

Lucas 10:30-37 (RV)

30 Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendió de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, que lo despojaron de sus vestidos, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Y por casualidad descendió por allí un sacerdote, y cuando lo vio, pasó por el otro lado. 32 Y de igual manera, un levita, cuando estaba en aquel lugar, vino y lo miró, y pasó por el otro lado. 33 Pero uno El samaritano, yendo de camino, llegó a donde estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión de él, 34 y fue a él, y vendó sus heridas, echando aceite y vino, y poniéndolo sobre su bestia, lo llevó a un mesón, y cuidó de él. 35 Y al día siguiente, cuando se fue, sacó dos denarios, y se los dio al huésped, y le dijo: Cuídalo; y todo lo que gastes más, cuando yo vuelva, te lo pagaré. 36 ¿Cuál ahora de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 37 Y él dijo: El que tuvo de él misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.

¡Alabado sea el Señor!

Esta semana, abramos los ojos y miremos a nuestro alrededor. ¡Alguien te necesita a ti, sí a ti, para sobrevivir! Ese alguien podría ser un extraño al costado del camino, tu compañero de trabajo, jefe, familiar; ese alguien es un ALMA que Jesús ama, como tú y yo. Puede que no entiendas por lo que está pasando, pero da el primer paso como el samaritano que se movió con compasión para ayudar a un hombre judío que quedó medio muerto al costado del camino. ¿Cuál es tu misión esta semana? Pídele al Señor en oración, mientras abres los ojos y miras a tu alrededor en el nombre de Jesús.

Dios lo bendiga!

Misión JD&L